NUEVO FEMINISMO, por Eva Teruel, 4º ESO

Yo, sinceramente, no me considero feminista con este nuevo concepto de “feminismo” que se ha establecido en la sociedad. La primera cosa que critico de este “feminismo” es la idea de que esta lucha es únicamente de las mujeres. Si los hombres quieren ayudarnos para conseguir la equidad, yo, por lo menos, no encuentro el por qué no aceptar dicha ayuda, cuantos más seamos más fuertes nos haremos. Sí, las mujeres somos las perjudicadas pero, ¿Acaso un hombre no puede tener empatía? ¿Acaso un hombre no puede revelarse ante una injusticia?

Relacionado con lo anterior, también mencionaré a las “TERF”. Antes de nada definiré este concepto. Las personas que se consideran TERF piensan que como las mujeres transexuales no son “mujeres de nacimiento” no sufren el machismo y por lo tanto no pueden unirse a la lucha feminista. A parte de lo que he comentado anteriormente esta es una idea tránsfoba ya que una mujer, tenga pene o tenga vagina, es una mujer, por lo cual, no hay motivo alguno para contar a este colectivo como un “grupo aparte”.

Otro motivo por el cual no estoy de acuerdo con esta nueva ideología es que la sociedad parece hecha de cristal, “las nuevas feministas” se ofenden por cosas completamente absurdas como utilizar el masculino para referirse a un grupo de hombres y mujeres, en vez de luchar por lo que merece la pena luchar. Sinceramente a mí me da exactamente igual que sea “todos”, “todas” o “todes”. Lo que me importa es que no nos maten, que no nos violen, que no nos vean como objetos sexuales, que no nos griten cosas por la calle, que no nos consideren inferiores, que no nos pongan más dificultades que a los hombres para llegar hasta una meta…

Yo creo que el feminismo real no consiste en criticar absolutamente todo. La lucha feminista es una lucha que lucha por valores realmente importantes como es que todas las personas valemos lo mismo y merecemos los mismos derechos y el mismos trato. No emprende batalla sin sentido por cualquier estupidez. Y por culpa de esta nueva generación de “feministas” se ha creado una mala imagen de lo que realmente queremos.