La felicidad, ¿qué es? ¿cómo se consigue? La felicidad es un tema que ha
preocupado al hombre desde sus inicios, y de la misma manera, a la filosofía
y a sus precursores. Son innumerables las personas que se han planteado
esto, muchos filósofos han dado su receta para llegar a la felicidad.
No todos tenemos el mismo concepto acerca de lo que es la felicidad, no
significa lo mismo para todos, cada uno elige o es feliz a su manera. Pero
entonces, ¿existe un verdadero significado para este concepto global?
Aristóteles fue el primer filósofo que intentó resolver esta pregunta. Estaba
convencido de que obrar bien, llevar una vida virtuosa y ética, era condición
imprescindible para ser feliz. Dicho de otro modo, según Aristóteles, la
felicidad dependía del justo medio, es decir, apostaba por la moderación. Por
ejemplo, cuando hablaba de controlar los sentimientos, el punto medio estaría
entre la cobardía (defecto) y la temeridad (exceso). Pero cabe destacar que
el punto medio varía de una persona a otra, por lo tanto, podemos decir que
la felicidad depende de cada uno.
A continuación, podemos destacar a los hedonistas, que conciben la felicidad
en el marco de una vida placentera. Es decir, la felicidad consiste en la
búsqueda del placer. Además, los epicureistas también identifican placer y
felicidad. Sin embargo, el placer para ellos consiste en la ataraxia, es decir, la
ausencia de dolor, la paz interior.
Más adelante, aparecen los estoicos, que defienden que la felicidad es aceptar
la vida tal y como es, ya que, al ser un destino inexorable, por más que te
esfuerces no vas a poder cambiar nada que no esté a tu alcance. Dicho de otro
modo, no puedo desear ni intentar cambiar cosas que no estén dentro de mis
posibilidades, ya que si no caeré en la frustración.
Por otro lado, los utilitaristas defienden que la felicidad personal pasa por el
bien general. Es decir, lo que se ha de conseguir para la felicidad, es el bien
general, ya que no se puede ser feliz si los de mi alrededor no son felices.
Estos definen el placer como un bien común.
Todas esos filósofos, te dan una serie de instrucciones para llegar a la
felicidad. Por lo tanto, estamos hablando que son éticas materiales. A partir
de la ética de Kant, aparecen las éticas formales. Estas no dan instrucciones
para llegar a la felicidad, ya que no es el objetivo.
Si retomamos el concepto de que la felicidad es distinta para todos, podemos
encontrarnos con ¿Qué es la felicidad para cada uno? Podríamos decir que
para alguien la felicidad es aquello que en sí mismo hace la vida deseable y
que no necesita nada más, o lo que para uno es la felicidad para el otro puede
no serlo.
Sinceramente, habiendo explicado algunas teorías acerca de qué es la
felicidad y cómo conseguirla, yo pienso que no hay una una instrucción como
tal para conseguir la felicidad. Simplemente pienso que hay unos pilares
básicos que son imprescindibles para poder ser feliz. Aunque cabe destacar
que los pilares cambian de una persona a otra.
Ahora voy a explicar en qué consiste la felicidad desde mi punto de vista y
cuales son estos pilares fundamentales.
Por una parte, estoy de acuerdo con lo que afirman los utilitaristas: yo no
puedo ser feliz si los de mi alrededor no son felices. Como dice el refrán
“dime con quién andas y te diré quién eres”. Si estás rodeado de gente infeliz,
probablemente lo serás tú también. Podríamos reformular el refrán a “dime el
estado de ánimo de la gente con la que andas y te diré el tuyo”.
Además, pienso que libertad es sinónimo de felicidad. Una persona libre es
feliz. Podríamos decir que la libertad es la capacidad de hacer o no una cosa,
y de hacerla de una manera u otra. Es evidente, pues, que alguien libre es
alguien que elige; y alguien que elige es propenso a ser feliz. Por otro lado,
alguien al que le eligen no es feliz, ya que su libertad queda reducida.
Asimismo, concuerdo con la ataraxia, como defiende el epicureísmo. En
cuanto a la ataraxia me refiero a un estado de ánimo sereno y calmo. Es
evidente que alejarse de las perturbaciones y tener un estado de ánimo
sosegado es algo necesario para alcanzar la felicidad. Del mismo modo, como
afirman los hedonistas, llevar una vida equilibrada y plácida es un pilar
fundamental para ser feliz. La felicidad no se encuentra en el caos y en el
desorden;
la vida de una persona que está llena de altibajos no podrá ser feliz
durante un largo periodo de tiempo, ya que, su vida, al estar constantemente
cambiando hará que dicha persona no pueda conseguir un estado total de
felicidad, sino temporal. Pero por otro lado se nos plantea un dilema, como
dijo Heráclito “la enfermedad hace agradable la salud; el hambre la saciedad;
la fatiga el reposo”. Con esto quiero decir que, tal vez, si no somos o nunca
hemos sido infelices, no podemos valorar la felicidad. Por lo tanto, cuando
una persona cuya vida está llena de altibajos, pase por un periodo feliz y
sereno, probablemente lo vivirá con mayor entusiasmo y podrá valorar más
la felicidad.
Por último, me gustaría añadir la importancia de hacer algo productivo que
te llene. Esto es fundamental, ya que de nada sirve tener una vida placentera,
equilibrada y libre si no estás haciendo nada con tu vida. Esto deriva a un
vacío interno y hace que dudes acerca del sentido de tu vida, y esto, a su vez,
deriva a una indudable infelicidad.
Da gusto explicar unas teorías éticas (que solo sirven para llevarlas a la práctica, cada cual a su modo) y que haya alumnos que las entiendan, las piensen y las apliquen. Muy buen artículo. ¡Enhorabuena!