¿Cuál es el sentido de la vida? Sin duda esta es una de las preguntas que más nos hace pensar a todos y reflexionar, inconscientemente, de qué sentido le estamos dando nosotros a nuestra vida y qué queremos hacer con ella. Aunque antes de ponernos a filosofar sobre el sentido de la vida, definamos qué es la vida en sí.
Yo diría que es un espacio-tiempo en el que vivimos por ninguna razón aparente, porque si lo pensamos bien, estamos aquí porque nos concibieron en un momento determinado y un lugar concreto, porque un solo cambio en eso podría habernos modificado completamente, o sea, igual que he nacido yo podría haber nacido cualquier otra persona en mi lugar, y de hecho, eso es algo en lo que las personas no nos paramos a pensar y no apreciamos en absoluto. Estamos vivos porque sí, por un “milagro”, porque fue un espermatozoide específico el que fecundó el óvulo; es que no sé exactamente cómo explicar porqué estamos vivos nosotros y no cualquier otra persona en nuestro lugar, supongo que es porque sí y ya está; y no hay que darle mas vueltas a eso.
A pesar de este maravilloso motivo a la gente parece no importarle en absoluto, no apreciamos lo afortunados que somos de estar aquí, de vivir, de poder hacer todo lo que hacemos, y el no apreciar eso hace que tengamos vidas mucho menos felices y con mucho menos sentido del que tendrían si solo nos parasemos a pensar en la suerte que tenemos de poder disfrutar del cúmulo de emociones que experimentamos cada día a las que llamamos vida. Ahora sí, vamos a empezar a hablar del sentido de la vida.
El sentido de la vida, al menos a mi parecer, es el que uno le quiera dar; con esto quiero decir que nadie sabe cómo es nuestra vida excepto nosotros mismos, por lo tanto, solo nosotros sabemos cómo nos sentimos, lo que queremos hacer, cómo pensamos, qué cosas nos hacen disfrutar, qué cosas nos hacen sufrir, entonces cada uno sabe (que no siempre) lo que quiere o debe hacer con su vida. Ahora bien, si esto fuera tan sencillo, ¿por qué no está todo el mundo disfrutando de su vida y tratando de darle un sentido? Pues fácil, los humanos a pesar de ser la especie más inteligente del planeta y con capacidad de razonar a veces no lo parecemos. Nos dejamos llevar por la rutina del día a día y nos olvidamos de vivir. ¡Qué ironía tratando de buscarle un sentido a la vida, sin primero saber vivir!. Está claro que tenemos responsabilidades, cosas que hacer y que la vida no es siempre alegría, y eso está bien, también es bueno tener momentos de bajón, de no tener ganas de ponerte a pensar en qué tienes que hacer con tu vida; porque esa es otra, ¿nos dejan pensar en qué hacer con nuestra vida? En muchos casos estamos constantemente condicionados a hacer lo que se espera de nosotros y no lo que realmente queremos hacer, y ya no hablo de los padres, la familia, los amigos o los conocidos en general, me refiero como sociedad. Como sociedad estamos constantemente bajo la presión de salirnos un poco de lo que se considera normalidad, porque si te sales eres un bicho raro, y eso hoy en día, por mucho que avancemos, sigue sin gustar.
¿A qué viene que esté hablando de todo esto? Supongo que lo digo porque siento que todas esas normas no escritas de la sociedad nos influyen tanto en todo lo que queremos hacer, que nos quedamos sin hacer un montón de cosas por el miedo al qué dirán, y es una lástima, que perdamos momentos por personas a las que ni siquiera conocemos.
Ahora sí, volviendo por fin al objetivo de esta redacción, ¿Cuál es el sentido de la vida? En mi opinión el sentido de la vida es vivirla; el sentido de la vida es nacer, crecer, aprender, descubrir, querer, reír, llorar… Es hacer cualquier cosa que queramos hacer que nos haga sentir vivos. Supongo que lo que digo es que el sentido de la vida es llegar a vieja y darte cuenta que a pesar de los altibajos de la vida, has tenido una vida plena.
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