Hace poco hice un trabajo monográfico sobre la obra “ Las brujas de Salem” de Arthur
Miller. Ya ha pasado tiempo y ya debería de haberlo olvidado, pero es que me vuelve a
la cabeza una y otra vez. Hay demasiadas cosas que creo que nunca entenderé.
Lo primero que me llamó la atención es que un hombre tan ilustre como Miller, casado con la mismísima Marilyn Monroe, escribiera esta obra como analogía de un momento determinado de su vida, ya que él también fue perseguido y acusado de ser comunista y querían que delatara a sus compañeros.
Su obra “ Las brujas de Salem” se basó, aparte de en su propia vida (como analogía
de su persecución política), en una investigación que él mismo hizo de los hechos reales. Por lo que pude averiguar, Miller fue bastante fiel a sus investigaciones sobre los sucesos acontecidos y plasmó la sociedad de ese pequeño pueblo de Massachusetts tal y como era. Fue una época clara de autoridad eclesiástica absoluta, donde reinaba el puritanismo y la represión. No se podía elegir, o con ellos o contra ellos. Casi todas las personas que fueron quemadas en la hoguera fueron mujeres. Incluso un perro fue quemado acusado también de que llevaba el diablo dentro.
¿En qué pensaban? ¿Qué se les pasaba por la cabeza? ¿Dónde está el sentido común? ¿Cómo olvidaron tan pronto los valores básicos que una sociedad debe tener para no parecer bárbaros? ¿Cuáles eran sus razonamientos?
Lo que más me asusta es cómo entre vecinos, marido y mujer, hijos y padres... pudieron acusarse unos a otros sin cesar. Podría llegar a entender que bajo condiciones “inhumanas” de tortura, miedo, supervivencia, represión, sumisión, etc, se llegue a confesar lo que uno no es, ni nunca fue, ni ha hecho, yo la primera. El honor de un muerto se olvida pronto, desgraciadamente. Pero que sin presión alguna, fueras a denunciar a tus amigas, madre, padre, hermanos, vecina, jefe... solo por venganza de otras pequeñas cosas que ni venían a cuento, o por envidia, o porque ellos tenían más cosas, o ¡¡¡porque ese niño
simplemente te caía mal!!!.... más aún, ¡sabiendo que les esperaban torturas horribles y
hasta la muerte!, eso es lo que me cuesta entender. ¿Qué tipo de sociedad era esa?.
No puedo dejar de imaginar cosas, y tampoco puedo entender cómo pudo pasar eso,
cómo se les fue de las manos ni por qué lo hicieron. Y es por eso por lo que no se me
va de la cabeza. Pueden haber malas personas en una sociedad, entendidas como tales, aquellas que disfrutan con el dolor ajeno y no se conforman con la mera observación, sino que pasan a ejecutarlo por propio placer. Cosa que tampoco entiendo, pero está demostrado que esos especímenes existen. Pero, ¿todo el pueblo?.
Os recomiendo que leáis el libro. Es una obra muy entretenida. Para los que la lectura
no os vaya mucho también hay una obra de teatro española que sigue los acontecimientos del libro muy fielmente, cuyo director es Pedro Amalio López, que fue una producción de Televisión Española para el programa "Gran Teatro" en 1965.
Desde luego lo único que puedo decir es que a mi me ha dejado con más incógnitas
de las que tenía antes, pero lo que está claro es que no te va a dejar indiferente.
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