¿Puede funcionar el anarquismo?, por Bruno E.S. de 1º Bach ciencias

¿A dónde vamos?

Esta es la pregunta que me hago pensando en el mundo utópico de la anarquía. Las utopías, aunque imposibles, nos ayudan a construir un mundo mejor. Esto hace que viendo el sistema actual piense que el anarquismo nos puede ayudar a mejorar la vida. Una vez explicado todo esto paso a deconstruir el sistema dominante de la actualidad.

Primero, tenemos el sistema económico capitalista, que teóricamente garantiza el libre mercado y competencia. Eso no es verdad. Por ejemplo el Estado español no tiene ningún recurso estratégico o de valor y nos va mejor que países como Mozambique, que se podría considerar uno de los países más ricos en cuanto a recursos. Este desequilibrio ha ocurrido por dos cosas, la colonización europea y la globalización. En el tercer mundo, los europeos se cargaron todo su potencial económico, social y cultural, después la globalización crea más desigualdad entre el primer mundo y el tercer mundo.

Segundo, toca hablar de la democracia representativa, que no se preocupa por la gente de a pie, sino por el poder del capitalismo y el capital. Los gobernantes están protegidos por la ley y no tienen obligación de cumplir sus promesas del programa electoral, o como diría mi abuelo: “Pueden hacer lo que les da la gana” .

Al final, después de analizar este sistema, para mi ha sido lógico y racional no confiar en el capital, ni en la autoridad. Una frase que define muy bien el anarquismo dice así: “ Ni Dios, ni amo”, la autoridad creada por la iglesia y el Estado no es beneficiosa, sólo nos cortan las alas de la libertad.

El anarquismo por definición es la eliminación de cualquier desigualdad social, por eso el Estado y la iglesia deben ser eliminados en un sistema anarquista. Este mayoritariamente utiliza la democracia directa y el colectivismo para funcionar. Esta democracia en vez de tener representantes que dictan las leyes, es el pueblo el que las propone. Mientras que el sistema económico colectivista es el reparto de los bienes entre toda la población. Es importante aclarar que la propiedad personal no entra en el reparto, por ejemplo: si tienes un coche, siempre será tuyo, tus cosas no se reparten, lo que se reparte son los medios de producción.

Aunque esta forma de pensar y de organizarse parece que sea de ayer, hay muchos ejemplos históricos que nos remiten a lo contrario, uno de ellos son los primeros seres humanos que no tenían Estado, sino que vivían en familias, con sus leyes éticas y lo que cazaban, recolectaban etc… era repartido colectivamente.

Un ejemplo más moderno podrían ser las tribus indígenas norteamericanas o los aborígenes de Australia. Estas tribus tenían un líder elegido popularmente y aunque suene irracional este líder solo guiaba, todas las decisiones eran tomadas por la población en su conjunto y todo se repartía colectivamente.

En conclusión el sistema actual no es uno de los mejores, no nos enseña a reflexionar sino a obedecer, el anarquismo siendo una utopía nos puede llevar a mejorar en el futuro.