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  • Departamento de Filosofía

EL ESTADO Y LAS LIBERTADES, por Pau Montaner, 4º ESO

El Estado, a través de las normas de tráfico, nos obliga a llevar casco cuando vamos en moto, a ponernos el cinturón de seguridad en el coche, a respetar las señales de tráfico y los límites de velocidad. También prohibe actitudes temerarias como el 'balconing'. Podría pensarse que si no pones en riesgo la vida de los demás puedes hacer lo que quieras con tu cuerpo. Pero, ¿qué pasa si tienes un accidente y resultas herido grave? Todos los recursos que la sanidad pública invierte en curarte (médicos, hospitales...) debido a tu irresponsabilidad se le que están quitando a otras personas, como por ejemplo los enfermos de cáncer.

En la pandemia mundial del Covid-19 que estamos viviendo, el Gobierno ha decretado el estado de alarma y nos obliga a estar en casa para evitar contagios y se colapse el sistema sanitario. No es lógico pues, arriesgar no solo ya nuestra vida sino la de cientos de personas más saliendo de casa porque ya se sabe que el coronavirus se contagia muy rápido. Igual que el Estado debe limitar nuestras libertades para frenar la pandemia, yo creo también que debe que no tienen hogar o alimentos, estén a salvo. No como se está haciendo en EE UU, donde 'aparcan' a los sin techo en los aparcamientos de los centros comerciales separándolos mediante líneas blancas en el suelo como si fueran coches.

Si el Estado debe asegurar el bienestar social de toda la población, especialmente los más vulnerables, no puede permitir que las actitudes irresposables de unos pocos resten ni un solo euro a los recursos que se deben destinar a construir hospitales de campaña, a contratar médicos, a comprar o fabricar respiradores para las UCI y asegurar un techo a los que no tienen nada.

También estoy en contra de que se comercie con el cuerpo humano como si fueramos animales. No me parece bien que las personas vendan sus órganos, o que haya mujeres que alquilen su útero para que otras personas puedan tener un hijo. Así como tampoco me parece justo que se permita la prostitución. Hay quien dice que cada uno puede hacer con su cuerpo lo que quiera ¿pero de verdad quien vende un riñón, alquila su vientre o se prostituye lo hace porque es libre o porque necesita ese dinero? En realidad no son libres, pues no son dueños de si mismos pues las personas con poder económico se están aprovechando de ellas.

En mi opinión la libertad de información también debe de tener límites para impedir que la ciudadanía entre en pánico en pandemias como la que estamos sufriendo, Para evitar esto los gobiernos, además de imponer controles para limitar las noticias falsas o los bulos y multar a aquellos que engañan a la población, deben de informar lo máximo posible a los ciudadanos y siempre con la verdad por delante.

En conclusión, para mi el Estado debe intervenir siempre que las acciones individuales pongan en peligro a otras personas, supongan un riesgo para la sociedad y también para impedir que las personas no se vean obligadas a vender su cuerpo por razones económicas. Es decir, los Estados están obligados a garantizar no solo la seguridad de la ciudadanía, sino también a asegurar la dignidad del individuo.

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1 Comment


laurags
May 22, 2020

Tema controvertido sin duda: conseguir el equilibrio entre libertad y seguridad, pero ¿a cuánta libertad debemos renunciar para estar seguros?

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