DILEMA DE VIDA O MUERTE, por Eva Teruel, 4º ESO

El ser humano quiere vivir pero ¿por qué? ¿Qué sentido tiene? Poniéndonos a pensar, cuando realmente sentimos es cuando estamos vivos. Una vez muertos simplemente desaparecemos de este mundo, no hay emociones que nos puedan hacer daño. Entonces, ¿por qué tenemos miedo a la muerte? Lo que verdaderamente nos asusta no es morir. Lo que es triste es saber que nos quedarán cosas por vivir. Quiero decir, si la muerte es menos dañina que la vida, ¿por qué no queremos morirnos todos? Pues queremos dejar legado, es decir, que las futuras generaciones nos recuerden, sentir que nuestra vida ha servido de algo. Y no, si estamos muertos jamás sabremos si lo hemos conseguido, pero mientras no lo estemos, queremos continuar viviendo para ver si en un futuro lo logramos.

Citando a Epicuro:

Acostúmbrate a pensar que la muerte no es nada para nosotros. Porque reside en la sensación y, la muerte es la privación del sentir. Por lo tanto, el recto conocimiento de que nada es para nosotros la muerte hace dichosa la condición mortal de nuestra vida; no porque le añada una duración ilimitada, sino porque elimina el ansia de inmortalidad. Nada hay, pues, terrible en el vivir para quien ha comprendido rectamente que nada terrible hay en el no vivir.

Así que el más espantoso de los males nada es para nosotros. Puesto que mientras somos la muerte no está presente, y cuando se presenta ya no existimos. En nada afecta, pues, ni a los vivos ni a los muertos, porque para aquellos no están y estos ya no son […]. El sabio en cambio, ni rehusa la vida ni teme el no vivir, porque no le abruma el vivir, ni considera que sea algún mal el no vivir. (Carta a Meneceo – Epicuro)

Quizá la respuesta a por qué le tenemos aprecio a la vida sea por pura curiosidad, por ver qué va a pasar. O a lo mejor es únicamente nuestro innato instinto de supervivencia.

¿Cuál es el sentido de la vida? Esta pregunta lleva en la mente humana muchísimas generaciones y la verdad es que no sé responderla, pero he pensado algunas posibilidades.

Tal vez lo importante no sea el final, ya que todos sabemos cómo vamos a acabar, sino el camino, los sentimientos que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida, los momentos que vamos disfrutando…

Y no, no todas las sensaciones que experimentemos van a ser buenas pero cuanto más eches de menos la luz más placentera te resulta cuando vuelve, por lo tanto las sensaciones negativas nos pueden ayudar a disfrutar de las positivas.

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