El ser humano no entiende el dolor. Hemos conceptualizado que el dolor es sinónimo de sufrimiento, lo que nos conlleva a su rechazo.
Pero ¿Y si lo concibiéramos como algo bueno? Como una oportunidad de progreso, de crecimiento personal. Realmente, siempre preferiremos no sentirlo, vivir acomodados en una realidad paralela a la que el dolor nos intenta mostrar.
Y, no creéis que por esa razón ¿siempre buscamos el causante de nuestro dolor, quitándonos la oportunidad de responsabilizarnos del mismo y cambiar en nosotros creencias y patrones?
Pues claro está que nos resulta más sencillo culpar a la situación antes que a nosotros mismos.
Como diría Sigmund Freud, padre del psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX.
“Una serie de reproches contra otros nos hace sospechar la existencia detrás de ella de una serie de reproches de igual contenido contra la propia persona.”
En cambio hay que mirar más allá y observar porqué la situación nos causa dolor o sufrimiento y permitir cambiar, mejorar y progresar. Porque lo que el dolor nos intenta mostrar es que nuestra forma de concebir dichas situaciones es errónea, por lo que debemos concebirlas como una forma de crecimiento personal. Y con ello hacer frente a las adversidades de la vida, que cegados por el dolor no nos permite ver la utilidad que pueden aportarnos.
¿Cuál es tu propia responsabilidad en las cosas que te pasan?
Irene Ruiz, 2º bachillerato
Buena reflexión filosófica. Los estoicos, y después Descartes, ya lo decían, cuando ya nada puedas hacer por cambiar el mundo exterior a ti, solo te queda cambiar tus pensamientos y actitud hacia él.